Descripción
La cúrcuma se utiliza para tratar infinidad de dolencias. Entre sus usos, se pueden destacar los siguientes:
Para proteger el organismo de los radicales libres
Esta especia de color amarillo nos ayuda a eliminar los efectos nocivos que causan los llamados “radicales libres”. Así, permiten extraer del cuerpo todo lo negativo y lo que nos enferma.
Para problemas de la piel
Usada en polvo, la cúrcuma es muy buena para afecciones como hongos o pie de atleta; también para la psoriasis.
Para proteger el corazón
Las investigaciones han demostrado que consumir cúrcuma ayuda en la salud cardiovascular. A su vez, sirve para reducir el colesterol y el nivel de triglicéridos en sangre de manera natural; del mismo modo, previene ataques cardíacos.
Para aumentar la inmunidad
Esta especia tiene la capacidad de incrementar la capacidad inmunomoduladora del cuerpo, gracias a varios de sus nutrientes (como el zinc, el cobre o los polisacáridos). Es bueno para las personas con defensas bajas por motivos de estrés o antes de un examen o evento importante.
Para tratar problemas respiratorios
La cúrcuma se utiliza en Asia para tratar la bronquitis de manera natural, por su acción antiinflamatoria. Es adecuada para el tratamiento de la EPOC, por sus cualidades antioxidantes.
Para la artritis reumatoide y síndrome del túnel carpiano
Este beneficio se debe a sus propiedades antiinflamatorias. La cúrcuma es un aliado para los pacientes que sufren de reuma, artritis y síndrome del túnel carpiano en la muñeca, algo muy frecuente en la actualidad por el uso excesivo del teclado.
Para tratar problemas hepáticos
La cúrcuma es un excelente tónico biliar que protege las funciones del hígado. Esto es así por la curcumina (compuesto que le otorga su característico color amarillo anaranjado).
También posee otras sustancias muy buenas para este órgano: ayuda a eliminar las piedras en la vesícula biliar, es antiinflamatoria, favorece el drenaje hepático y es eficaz para poder digerir mejor las comidas copiosas. Se recomienda en pacientes con cirrosis, ictericia, trastornos hepáticos y de vesícula.
Para los problemas de estómago
Al igual que otras especias picantes, la cúrcuma es una buena aliada para algunos trastornos digestivos, ya que estimula las secreciones y ayuda a la digestión. Se recomienda a personas con dispepsia, falta de apetito, gastritis o digestión lenta. Esto se debe a sus principios activos, que ayudan a producir más jugos gástricos y pancreáticos y sirven, a su vez, para equilibrar el pH en estos órganos.
Para evitar la flatulencia
Esto es debido a que la cúrcuma es carminativa; ayuda a eliminar los gases que se alojan en el intestino. Se aconseja para evitar cólicos intestinales y flatulencia; también para la atonía estomacal.
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